Amélie empieza a dejar claro cuáles son sus gustos. Y está claro que no son simples. A ella le gustan las cosas con colorido y magia, las prendas y zapatos de colores apagados no le van. El otro día compramos unas zapatillas de verano de color azul (porque no había más colores y, sinceramente, no le di mucha importancia) y al llegar a casa dijo que "chausson non, feo" ( mezcla idiomas: chausson es zapatilla en francés). Así que decidí darles un toque de color original y no se me ocurrió otra cosa que coserle botones que tenía por ahí. El resultado cambió su percepción de las "chausson feo" y se las puso. Esa es la mejor recompensa.
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