Hace un año por estas fechas tenía un súper-macro-bombo que no paraba de moverse haciéndome notar lo que en un futuro sería nuestra pequeña Amélie: una preciosa bebé-terremoto . Ahora nos queda algo más de un mes para que se cumpla el año y estoy loquita con los preparativos. La vida me ha dado un giro de 360º, ahora la disfruto al 200% y ¡hasta hago cupcakes! Nunca cosí, ni tejí, ni hice manualidades, ni repostería... ahora todo tiene sentido: es para ella.
Quiero que para su cumple todo sea "made in casa" y, como Amélie y su papi me vieron las intenciones me regalaron el libro de "El rincón de Bea" para el día de la madre con muchísimas recetas súper sabrosas y con una pinta...¡excelente!
Así que me puse a leer y decidí empezar por unos cupcakes de vainilla adornados con una buttercream ya que parecían sencillitos.No quería encontrarme el día del cumpleaños de Amélie con una tarta pocha, unos cupcakes quemados y una cocina incendiada. Pedí ayuda a mi vecina (que es como mi hermanita pequeña, pero con unos conocimientos culinarios muy superiores a los míos) y nos pusimos manos a la obra. Yo estaba toda nerviosa, la verdad, pero el resultado, según nuestro catador profesional (Manu) es extraordinario.
Así que he quedado satisfecha. Ya os iré revelando los demás secretos de esta fiesta de cumple que me tiene tan atareada.
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