Antes se decía "hecho en casa" o "hecho a mano", ahora se ha inventado un término nuevo para lo de toda la vida: DIY, Do It Yourself. Bien, pues de una manera o de otra, se ha vuelto a lo casero, a apreciar lo elaborado artesanalmente, a dar importancia a lo que lleva trabajo y no está hecho en serie, a lo que no es "Made in China".
Y yo me he querido subir al carro empezando por algo bien sencillo que os recomiendo: pintar unas chichoneras. Se necesita: pintura de tela y unas chichoneras lisas (yo las compré en Zara Home por algo menos de ocho euros). A partir de ahí es cuestión de echar a volar la imaginación y personalizar algo que vele por los sueños de nuestro pequeño angelito.
Hay que tener cuidado de meter un trozo de cartón o de tela entre las dos caras de las chichoneras para que la pintura no traspase al otro lado. Una vez dibujadas, se deja secar veinticuatro horas y se planchan por el revés para que la pintura se fije.
A nuestra princesita le encantan las mariposas (o "papillons" en francés, nuestra lengua) que vigilan sus dulces sueños.
Gaëlle.
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