lunes, 11 de abril de 2016

10 sencillas pruebas que los futuros padres deben pasar

La preparación para ser padres es mucho más que leer unos cuantos libros y decorar la habitación del niño. He aquí 10 sencillas pruebas en clave de humor para futuros padres para ayudarles a prepararse para la experiencia real de ser padre o madre. 

1. Antes de lanzarte a tener hijos busca una pareja que ya los tiene y critícales por sus métodos de imponer disciplina, su falta de paciencia, sus pésimos niveles de tolerancia y por haber permitido que sus hijos se porten como salvajes. Sugiéreles maneras de mejorar el comportamiento de sus hijos a la hora de acostarse, pedir pipí o comer. Aprovecha, será la última vez que tendrás todas las respuestas.

2. Para hacerte una idea de cómo serán las noches, coge un saco húmedo de entre 4 y 6 kilos, anda tu salón para arriba y para abajo con el saco en brazos, sin sentarte desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la noche. A las 10 suelta el saco húmedo, pon el despertador para medianoche y duérmete. Levántate a las 12 y da más vueltas por el salón con el saco húmedo hasta la una. Pon el despertador para las 3. Como no podrás dormirte, levántate a las 2 y prepárate una copa. Acuéstate a las 2:45. Levántate cuando suena el despertador a las 3. Canta nanas en la oscuridad hasta las 4 y pon el despertador para las 5. Levántate. Haz el desayuno. Sigue esta rutina durante 5 años. Pon siempre buena cara.

3. ¿Puedes aguantar los niños en casa? Para averiguarlo, unta crema de cacao en el sofá y mermelada en las cortinas. Esconde un trozo de pescado rebozado detrás del equipo de música y déjalo ahí durante todo el verano. Mete los dedos en las macetas y luego arrástralos por las paredes más limpias. Dibuja encima de las manchas con lápices de color. ¿Qué tal queda?

4. Vestir a un niño pequeño no es tan fácil como parece: Primero, compra un pulpo y una bolsa de redecilla. Intenta colocar el pulpo dentro de la bolsa de manera que no salga ninguno de los tentáculos por los agujeros de la red. Tiempo permitido para la prueba... toda la mañana.

5. Coge una caja para huevos (vacía). Utilizando unas tijeras y un poco de pintura, conviértela en un cocodrilo. Ahora coge un tetrabrik, una pelota de ping-pong y un paquete de choco-crispis vacío y construye una réplica exacta de la Torre Eiffel¡Enhorabuena!, has aprobado las pruebas para ser miembro de la asociación de padres de la guardería.

6. Olvídate del deportivo y cómprate una ranchera. Y no la dejes en el garaje toda limpia y brillante. Los coches familiares no son así. Compra un helado de chocolate y mételo en la guantera. Déjalo ahí. Coge un paquete de galletas de chocolate de tamaño familiar. Machácalas contra los asientos traseros. Araña ambos lados del vehículo con una llave. Ahí lo tienes. ¡Perfecto!

7. Prepárate para salir, espera en la puerta del baño durante media hora. Sal por la puerta de la calle. Vuelve a entrar. Vuelve a salir. Vuelve a entrar. Vuelve a salir. Baja por el camino otra vez. Anda por la calle muy despacio durante 5 minutos. Párate a inspeccionar con detalle cada pitillo apagado, chicle tirado, kleenex usado o insecto muerto que encuentres en la acera. Vuelve hacia atrás. Chilla que estas harto hasta que los vecinos se asomen a mirarte. Date por vencido y vuelve a casa. Ahora estás más o menos preparado para llevar a un niño pequeño de paseo.

8. Repite siempre lo que dices por lo menos cinco veces.

9. Vete al supermercado. Lleva contigo lo más parecido a un niño de menos de cuatro años que puedas encontrar (una cabra adulta es ideal). Si piensas tener más de un niño, llévate dos cabras. Haz la compra para una semana sin perder de vista las cabras. Paga todo lo que las cabras hayan comido o destrozado. Repítelo varias veces; mientras no puedas realizarlo con facilidad ni sueñes con tener hijos.

10. Ahueca un melón. Haz un pequeño agujero en un lado. Cuélgalo del techo y balancéalo de un lado a otro. Ahora coge un bol de papilla. Intenta meter cucharadas de papilla dentro del melón fingiendo que eres un avión. Sigue intentándolo hasta acabar la mitad de la papilla, vierte la otra mitad sobre tu regazo asegurándote que caiga mucha sobre el suelo. Ahora estás preparado para dar de comer a un niño de 12 meses.

Y si a pesar de todo esto hay parejas que se atreven a repetir, imaginad cómo será lo bueno. 

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